Aunque Fabio Máximo fue un personaje decisivo, no es tan conocido como otros. De vez en cuando la historia tiende a olvidarse de hombres importantes. El paso del tiempo ensalza a algunos, mientras que a otros los relega a un segundo plano. En la Segunda Guerra Púnica, Escipión fue el gran vencedor de Aníbal. En un momento desesperado para Roma, este joven general venció a los púnicos en Hispania y después puso punto final a la guerra en Zama. Escipión demostró ser un genio, tal y como hemos comentado en Romaníacos en más de una ocasión. Todo esto es tan cierto como público y notorio. De acuerdo.
Pero Fabio Máximo, otro gran personaje de la historia de la Ciudad Eterna, también jugó un papel decisivo en la supervivencia de Roma. Es verdad que nuestro protagonista no logró gestas épicas. Fabio Máximo no derrotó a ejércitos que le superaban ampliamente en número ni tomó fortalezas en tiempo récord. Pero cuando Roma estaba arrodillada ante Aníbal tras sufrir una derrota tras otra, Fabio Máximo, dictador de Roma, fue el único capaz de comprender cómo había que enfrentarse al enemigo cartaginés.