Naumaquias en la Antigua Roma



Las naumaquias eran simulacros de batallas navales. La Antigua Roma ha dejado en nuestro imaginario colectivo el recuerdo de espectáculos como las luchas de gladiadores o las carreras de cuadrigas del circo. Todos las hemos visto en el cine, en películas como Ben-Hur, Espartaco o Gladiator. Pero las naumaquias, aunque son menos conocidas, eran más espectaculares y sangrientas que estos célebres espectáculos.

¿Os imagináis contemplar un simulacro de la batalla de Salamina entre los griegos y los persas? ¿O estar en las gradas de un anfiteatro lleno de agua mientras unas naves hacen la guerra hasta la muerte? Resultaría espectacular, ¿verdad? Pues en la Antigua Roma lo pudieron disfrutar. Pero llegados a este punto surgen unas cuantas dudas sobre las naumaquias. Por eso en este artículo vamos a explicar en qué consistían, dónde se celebraban y cuántas se cree que hubo. Vamos a ello.


¿Qué eran las naumaquias?


Como decíamos, las naumaquias eran batallas navales simuladas iguales que las reales. Con el tiempo también se llamó naumaquias a los edificios en los que se celebraban estos espectáculos. Aunque las naves que participaban eran de menor tamaño que las originales, la verdad es que los barcos estaban muy bien equipados. Las naumaquias debían ser auténticas batallas a pequeña escala. Lo demuestra el hecho de que en las naves no solo marchaban esclavos y condenados a muerte, sino también soldados de verdad. Los barcos chocaban entre ellos, y las tripulaciones saltaban de una nave a la otra.

Igual que una novela histórica o una película deben estar bien documentadas en el apartado histórico, las naumaquias debían ser verosímiles y fieles a la realidad. Por eso los escenarios trataban de acercarse todo lo posible al lugar real de la batalla. También se cuidaba el vestuario de los combatientes, que se disfrazaban con la ropa del pueblo al que representaban.


Y es que el aspecto histórico de las naumaquias era fundamental. Estos espectáculos representaban sobre todo célebres batallas navales de la Antigua Grecia. Gracias a las naumaquias, los romanos pudieron conocer la batalla de Salamina que enfrentó a griegos y persas en el 480 a. C., o la victoria de Córcira sobre Corinto en el año 435 a. C.

¿Dónde se celebraban las naumaquias?


Organizar una batalla naval simulada requiere espacio, agua, infraestructura y mucho dinero. Si celebrar algo así hoy día sería laborioso y costoso, resulta impresionante saber que los antiguos romanos, hace dos milenios, fueron capaces de habilitar con éxito espacios en los que desarrollar simulacros de batallas navales.

Las naumaquias se celebraron al principio en lagos artificiales, estanques y lagos. La de Julio César es la primera de la que tenemos noticias y tuvo lugar en un lago artificial construido expresamente para ello en el Campo de Marte, cerca del río Tíber. Tiempo después, la de Augusto se celebró en una naumaquia que el emperador mandó excavar en la margen derecha del Tíber, cerca de los jardines de César. Claudio también celebró la suya en el lago Fucino. La única naumaquia que se sabe que tuvo lugar en el mar fue la que ofreció Sexto Pompeyo, el hijo del Magno, en el estrecho de Mesina.

Pero más adelante las naumaquias también se celebraron en anfiteatros. Según Suetonio y Dión Casio, Nerón celebró uno de estos combates navales en un anfiteatro de madera que ordenó construir. E incluso el anfiteatro Flavio -el mítico Coliseo- acogió estas espectaculares batallas. El emperador Tito inauguró el anfiteatro en el año 80 d. C. con cien días de juegos y fiestas, y una de las actividades fue una naumaquia. Domiciano, el hermano de Tito que le sucedió en el trono, también usó el anfiteatro para celebrar naumaquias.


¿Cómo era posible celebrar naumaquias en el anfiteatro Flavio? Quien haya estado en el Coliseo se lo estará preguntando. Y es que hoy día todavía se puede ver los restos de las habitaciones subterráneas de este emblemático edificio. Esta infraestructura haría imposible llenar de agua la base del escenario para permitir la navegación. Por eso lo normal es pensar que las naumaquias del Coliseo se produjeron antes de llevar a cabo esta obra. De hecho Tito inauguró el anfiteatro a pesar de no estar terminada su construcción, y fue Domiciano quien terminó la obra añadiéndole el último piso y el subsuelo.

Como era difícil celebrar naumaquias en el Coliseo, comenzaron a tener lugar en edificios específicamente construidos para acoger estas celebraciones. A estos edificios se les llamó naumaquias. Eran muy parecidos a los anfiteatros, pero contaban con la particularidad de disponer de una compleja red de conductos y canales para llenar de agua la arena.


¿Cuántas naumaquias hubo?


No muchas. El motivo es que resultaba muy caro organizarlas, no solo porque había que habilitar el espacio para ello, sino también porque las naves estaban equipadas como las verdaderas. Además, como decíamos, también se cuidaba el vestuario y a veces se utilizaban tropas de verdad. Las naumaquias de las que se tiene referencia se celebraron entre los siglos I a. C. y I d. C.

Vamos a repasar cronológicamente las naumaquias que tuvieron lugar en la Antigua Roma:


  • La naumaquia de Julio César (46 a. C.). Es la primera que se conoce. Se celebró en un lago artificial construido en el Campo de Marte para llevar a cabo la naumaquia. Representó una batalla entre fenicios y egipcios, y participaron 1.000 combatientes y 2.000 remeros en cada flota. La mayoría eran prisioneros de guerra, pero también lucharon algunos hijos de caballeros e incluso el hijo de un pretor.
  • La naumaquia de Sexto Pompeyo (40 a. C.). Es la única que se sabe que tuvo lugar en el mar. Se llevó a cabo en el estrecho de Mesina. El hijo de Pompeyo Magno celebró la victoria conseguida tres años antes, en el 37 a. C., sobre la flota de Octavio. Esta vez quienes lucharon fueron prisioneros de guerra.
  • La naumaquia de Augusto (2 d. C.). Se celebró en la margen derecha del río Tíber. Allí el princeps mandó construir un estanque que medía unos 533 x 355 metros. Augusto representó la batalla naval de Salamina en la que se enfrentaron los griegos y los persas en el 480 a. C. Participaron treinta naves birremes y trirremes de tamaño original, además de otros barcos más pequeños. Lucharon hasta 3.000 hombres.


  • La naumaquia de Claudio (52 d. C.). Es la más importante y fastuosa de todas las naumaquias. Se celebró en el lago Fucino, y en ella participaron 100 naves de guerra y 19.000 hombres. A diferencia de lo que solía suceder en otras naumaquias, en las que las naves apenas tenían sitio, en esta ocasión las naves sí tuvieron espacio para maniobrar y embestir contra los barcos enemigos. Recreó perfectamente una batalla naval.
  • La naumaquia de Nerón (57 d. C.). Fue la primera naumaquia celebrada en un anfiteatro. El espectáculo tuvo lugar en un anfiteatro de madera edificado en el Campo de Marte. Según Dión Casio, Nerón también celebró otra naumaquia en el año 64. Se cree que el escenario fue el mismo anfiteatro.

"La de Nerón fue la primera naumaquia celebrada en un anfiteatro. Tuvo lugar en un anfiteatro de madera edificado en el Campo de Marte".

  • Las naumaquias de Tito (80 d. C.). El emperador Tito celebró dos naumaquias. Una tuvo lugar en el estanque que había mandado construir Augusto años atrás. La otra se celebró durante la fiesta de inauguración de cien días del Coliseo. El escenario de esta naumaquia, pues, fue el anfiteatro Flavio. En ella se simuló un combate naval entre corintios y feacios y participaron 3.000 hombres.
  • Las naumaquias de Domiciano (85 y 89 d. C.). El emperador Domiciano celebró una naumaquia en el Coliseo en el año 85. La del año 89 tuvo lugar en una piscina que mandó excavar cerca del río Tíber.
  • La naumaquia de Trajano. No se sabe con certeza cuándo se produjo, pero sí se conoce que el emperador de origen hispano inauguró una naumaquia para celebrar combates navales en el año 109. d. C.
  • La naumaquia de Filipo el Árabe (248 d. C.). El emperador Filipo el Árabe utilizó el mismo escenario que usó Augusto para celebrar su naumaquia.






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