empieza a hacerse un nombre entre los mejores escritores españoles de novela histórica. Éste es su cuarto libro, va de romanos y engancha desde la primera página.La novela nos sitúa en la Hispania del siglo I a. C. La República romana vive tiempos convulsos. La guerra civil entre Mario y Sila se ha saldado con victoria del segundo, que ha instaurado una dictadura. El dictador dirige la República con mano férrea y sin gran oposición en la península itálica. Pero un defensor de la legítima República se rebela desde el exilio. Su nombre es Quinto Sertorio.
En Rebeldes seguimos los pasos de Cneo Placidio Mutio. El joven romano, desde los catorce años, idolatra al sabino Quinto Sertorio. Le basta una tarde de teatro a su lado para quedar embaucado por el carisma del sabino. Para Cneo, Sertorio es un hombre ejemplar, un general invencible, un líder. Lo sigue, lo aplaude en sus discursos electorales, pide el voto para él. Su devoción por Sertorio es tal que desea acompañarlo en su campaña de Hispania. Pero no lo consigue.
Un día el amor se cruza en la vida de Cneo y le lleva hasta Hispania. Casualidades del destino, nuestro protagonista terminará bajo el mando de Quinto Sertorio. Asistiremos entonces a las gestas del sabino. Viviremos épicas batallas, viajaremos por la Hispania del siglo I a. C. y conoceremos a personajes como Sertorio o Pompeyo Magno.
Ritmo y buenos personajes
Pedro Santamaría mete al lector en su aventura desde el principio. Y es que si leemos dos páginas caeremos irremediablemente en la historia que nos cuenta. Con narrador en primera persona, Rebeldes engancha como pocas novelas. El autor de Santander usa frases cortas e imprime ritmo a la narración. Pone puntos, comas. Puntos y más puntos. Todos los que hagan falta. Con ello consigue un ritmo trepidante y que dé gusto leer su novela.
El autor de Santander nos presenta un grupo de personajes interesantes y bien definidos. De esos que espolean nuestra curiosidad para seguir leyendo y averiguar qué les sucede. Y aquí se produce una clara evolución de Santamaría como escritor. En El Águila y la Lambda -novela que me gustó y recomiendo- los personajes pecaban de ser demasiado maniqueos. O muy buenos o muy malos. Sobre todo Jantipo, el espartano, que parecía ser demasiado perfecto. Pero en Rebeldes esto no pasa. Todo lo contrario. Por eso me ha gustado tanto.
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| El escritor Pedro Santamaría. |
Cneo Placidio Mutio, el protagonista, es un tipo corriente que tiene recursos. Dista mucho de ser el típico héroe sin defectos. Se pregunta lo que hace, lo evalúa. Sabe que sus actos no siempre son los correctos. Y se arrepiente. Se arrepiente muchas veces. Cneo es, pues, un personaje redondo y con aristas. Es un placer acompañarle en su aventura.
¿Y qué hay de Quinto Sertorio? Aunque la historia con mayúsculas no nos ha permitido saber demasiado sobre el sabino, Pedro Santamaría crea un personaje verosímil. Su Sertorio es decidido, audaz, inteligente y lleno de carisma. Hay cierta admiración por el personaje, que queda ensalzado a través de la mirada de Cneo Placidio Mutio.
Y aun así Sertorio no es un tipo perfecto. A diferencia de lo que hacía Santago Posteguillo con su Trajano en La Legión Perdida, que no tenía aspectos oscuros, Pedro Santamaría es capaz de que admiremos a Sertorio a pesar de ver sus defectos. A Trajano la bebida no parecía cambiarle demasiado el carácter. En cambio a Sertorio sí. El sabino puede ser cruel, injusto, radical. Pero sigue siendo el gran Sertorio.
Una novela que invita a reflexionar
Pero Rebeldes no se limita a contarnos una historia entretenida. También nos hace pensar. Lo hace a través de Agatón, el maestro griego de Cneo. Sus reflexiones y diálogos son una maravilla. Para Agatón, en la vida no hay certezas. Todo está sujeto a debate, reflexión y análisis. Rebeldes nos invita a preguntarnos el porqué de las cosas, a dudar. Porque el que no duda no puede ser demasiado inteligente.
La historia de Sertorio está bien documentada. Se nota que a Pedro Santamaría le apasiona el tema. El autor de Santander ha puesto todo de su parte para que la novela sea un viaje en el tiempo sin errores históricos que nos saquen de la narración. Se agradece. Se trata de una parte de la historia apasionante y que apenas se ha tocado. Era una novela necesaria pero había que hacerla bien. No era un reto fácil, pero el escritor cántabro lo ha conseguido.
"Rebeldes nos invita a preguntarnos el porqué de las cosas y a dudar. El que no duda no puede ser demasiado inteligente".
¿Cuál es la parte mala? Que Pedro Santamaría se empeña en contarnos con pelos y señales todas y cada una de las batallas importantes de las guerras sertorianas. A priori, esto no tendría por qué ser negativo. Pero lo es porque provoca que a mitad de la novela la trama de Cneo, el protagonista, quede en segundo plano. Su historia se diluye. Como admite el mismo Santamaría, la Historia se come a la historia. Solo en la parte final de la novela la trama de Cneo vuelve a situarse en primer plano. Los personajes y la historia con mayúsculas, eso sí, son tan interesantes que, a pesar de todo, Rebeldes engancha hasta el final.
Mi conclusión es que Rebeldes es una gran novela. Engancha, tiene ritmo, se lee fácil y hace pensar. Hay batallas, épica y personajes redondos. Es cierto que la trama de Cneo renquea a mitad de la novela, pero aun así Pedro Santamaría no nos saca de su relato hasta la última página. Habrá que seguir de cerca los pasos del autor de Santander. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela.
Lo bueno:
- El estilo es ágil y visual.
- Los personajes son interesantes. Cneo no es el típico héroe perfecto y Sertorio tiene carisma.
- La ambientación histórica está trabajada. La recreación de Hispania es creíble.
- Agatón y sus reflexiones nos hacen pensar.
Lo malo:
- La trama de Cneo se diluye a mitad de la novela y no se retoma hasta la parte final.
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