Reseña de El Águila del Imperio, de Simon Scarrow



Todo empezó con esta novela. El Águila del Imperio es la primera entrega de la famosa serie sobre Roma de Simon Scarrow. El escritor inglés arrancó las aventuras de los legionarios Cato y Macro en el año 2000. Y no le pudo ir mejor. Scarrow se hizo un nombre, continuó relatando las peripecias de estos dos legionarios y hoy los datos hablan por sí solos: la serie lleva la friolera de trece novelas publicadas. Casi nada.

¿Cuál es el secreto del éxito? Seguramente conseguir que las novelas sean entretenidas. El Águila del Imperio tiene defectos, pero cuenta con la virtud de ser fácil de leer. Tiene un buen principio y un final mejor. Su prosa es sencilla, amena y sin florituras. El nudo, es cierto, pierde intensidad. Pero el final vuelve a atraparnos y la historia se cierra de manera satisfactoria.


Las aventuras de Cato y Macro


En la novela de Simon Scarrow seguimos los pasos de Quinto Licinio Cato. El joven, acostumbrado a la vida en palacio, obtiene su libertad a cambio de servir en la legión. Pero Cato es un joven culto que jamás ha peleado. Aunque su instrucción en tierras germanas será dura, pronto será nombrado optio y servirá a las órdenes del rudo centurión Macro. Juntos, estos dos legionarios vivirán una serie de aventuras en Germania y Britania. A través de ellos veremos el inicio de la campaña de Britania que impulsó el emperador Claudio en el año 43.

El Águila del Imperio está bien para imaginar el funcionamiento de la legión romana. Desde el principio se explica con claridad qué son una centuria, un manípulo, una cohorte y una legión. Cuántos hombres las componen y cómo se organizan. Se agradece. Y además de esa explicación inicial, la novela de Scarrow nos muestra la legión romana en marcha a través de la acción. Todo muy visual.

El escritor Simon Scarrow.

Comprendemos entonces la importancia del centurión, que la tenía y mucha, en el ejército romano. Nos acercamos también a la figura del optio, el ayudante del centurión. Vemos las funciones de los legionarios, tanto las militares como las burocráticas. Y nos hacemos una idea aproximada de lo que podría ser la vida de un legionario en un campamento romano. Con los contubernia, los entrenamientos y la relevancia que tenía saber leer a determinados niveles.

La novela de Scarrow se lee fácil. El estilo es sencillo, visual. Todo está al servicio del entretenimiento. De facilitar la tarea al lector. Esto se aprecia desde el principio, con una huida desesperada de los romanos en tierras britanas. Pero también al final, cuando la acción vuelve a cobrar protagonismo. Como se sabe, un buen discurso debe captar la atención del oyente al principio y al final. Es lo que hace Scarrow. Pero en lugar de con un discurso, lo logra con su novela.

Una novela entretenida... y ya está


¿Todo es bueno en esta novela? Por supuesto que no. Aunque El Águila del Imperio es entretenida, la novela no me ha terminado de llenar. El nudo tiene partes y capítulos enteros que se leen por inercia, pues tienen poco conflicto. El estilo, el tono de la novela, es demasiado infantil. Y los personajes y la relación entre ellos, aunque cumplen, no terminan de enganchar.

Que no se me malinterprete: repito que la novela es entretenida y los personajes no están mal. Pero entre eso y que un personaje, por su complejidad e interés, le mantenga a uno pegado a las páginas, hay un trecho. A veces uno quiere llegar a casa para saber qué pasa con el personaje del libro que está leyendo. Necesita leer con urgencia. Saber cómo saldrá del lío en que se ha metido. Pues bien, en El Águila del Imperio esto no sucede. No nos importa tanto. Los puntos fuertes de la novela son otros.

Cato y Macro tienen su propio juego para Android.

Con todo, Cato y Macro tienen la suficiente fuerza como para que les acompañemos en sus aventuras. El optio y el centurión se complementan. Cato es culto y no tiene experiencia militar. En cambio, Macro es analfabeto y, si de algo sabe, es de hacer la guerra. Eso sí, ambos experimentan una evolución que Scarrow desarrolla bien. Las virtudes de uno y de otro serán claves para poder superar los obstáculos de su aventura.

El Águila del Imperio se cierra bien. A lo largo de la novela, además de las aventuras de los dos protagonistas, se va desarrollando una trama de un supuesto espía infiltrado. Es la parte menos interesante, pero al final todo se aclara y encaja. Scarrow, además, tiene la habilidad de cerrar las tramas de esta novela y a su vez dejar varias puertas abiertas para la siguiente entrega.

Lo bueno:


  • Está bien para imaginar la estructura y la vida en el campamento de la legión romana.

  • Es entretenida. La redacción es sencilla y visual.

  • La evolución de los personajes está bien llevada.

  • El principio y el final enganchan. La novela se cierra bien.


Lo malo:


  • El tono de la novela es demasiado infantil.

  • Ninguno de los personajes me ha llamado especialmente la atención.

  • El nudo tiene partes que no enganchan.

Nota: 6/10

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