Qart Hadasht, la conquista relámpago de Escipión



La toma de Cartago Nova supuso un punto de inflexión en la Segunda Guerra Púnica. La ciudad ubicada en la actual Cartagena, a la que los púnicos llamaron Qart Hadasht, había sido hasta entonces la base de operaciones de los cartagineses en Hispania. En el 211 a. C. Aníbal continuaba en la península itálica y los hermanos Cneo y Publio Escipión habían sido derrotados en Iberia. Así que la situación de los romanos en la península se había vuelto desesperada.

Pero para sorpresa de todos, Publio Cornelio Escipión hijo, con tan solo veinticuatro años, tomó Cartago Nova en tiempo récord. Y aunque todavía no lo llamaban 'el africano' -esto sucedería tras su victoria en Zama-, su leyenda comenzó a forjarse con esta brillante conquista. ¿Cómo consiguió Escipión tomar Qart Hadasth en tan poco tiempo? ¿Cuáles fueron las claves de su éxito? Lo explicamos.



Roma estaba contra las cuerdas


Como siempre, vamos a contextualizar. Roma y Cartago libraban la Segunda Guerra Púnica. A diferencia de lo sucedido durante el primer enfrentamiento entre estos dos colosos, en esta ocasión los cartagineses habían pasado al ataque. Aníbal había decidido atacar a los romanos en su territorio, y lo había logrado tras culminar la gesta de atravesar con sus elefantes los Pirineos y los Alpes. Casi nada.

Aníbal cruzando los Alpes (Mariusz Kozik).

Después había derrotado a los romanos cada vez que se había enfrentado a ellos. Las batallas de Tesino, Trebia, Trasimeno y Cannas habían sido testigos de la superioridad militar de Aníbal. El cartaginés conocía a los romanos, era un gran general y además acostumbraba a combatir donde y cuando él quería. Y Roma no podía con él. El púnico, incluso, había tenido oportunidad de poner asedio a Roma. Pero no lo había hecho, pues su estrategia consistió desde un principio en hacer aliados en la península itálica para terminar convirtiendo a la ciudad del Tíber en una urbe irrelevante. Aunque el tiempo terminó demostrando que la estrategia de Aníbal fue equivocada, el púnico estuvo más de catorce años en la península itálica.

El desastre de los Escipiones en Hispania


La otra zona relevante de esta Segunda Guerra Púnica fue Hispania. Allí los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión se encargaron de evitar que Aníbal recibiera refuerzos, que podían ser tanto hombres como provisiones. En un principio hicieron bien su trabajo y los romanos lograron controlar la zona norte del río Ebro. Pero la suerte de los Escipiones cambió en 211 a. C.

Ese año decidieron atacar a los cartagineses en Hispania. Decididos a acabar con el dominio púnico en la península, Cneo y Publio Escipión viajaron al sur y dividieron sus fuerzas para enfrentarse por separado a los ejércitos que mandaban Asdrúbal y Magón. Pero fue un desastre para los romanos. Publio Escipión cayó derrotado y murió en combate, y Cneo, traicionado por sus aliados celtíberos, quedó en enorme inferioridad numérica y corrió la misma suerte que su hermano. Roma acababa de sufrir dos duras derrotas y, como decíamos arriba, la situación en Hispania se había vuelto desesperada.

Publio Cornelio Escipión llega a la península ibérica


Pero en el año 210 Publio Cornelio Escipión hijo dio un paso adelante. El joven, con veinticuatro años, era demasiado joven para dirigir un nuevo ejército en Hispania. Y además solo había desempeñado el cargo de edil en el 213. Por tanto, no cumplía los requisitos legales para hacer lo que se proponía. Pero aun así lo logró, pues ya tenía experiencia militar y la influencia política de su familia era grande.

Muerte de Publio Cornelio Escipión padre (J. F. C. O.).

De modo que Escipión llegó a Hispania en el verano del año 210 con el rango de procónsul. Con él viajaron 10.000 infantes, 1.000 jinetes y 30 quinquerremes que se unieron a las demás tropas romanas en Tarraco. En total, las fuerzas romanas en Hispania eran de unos 30.000 infantes, 3.100 jinetes y 30 quinquerremes.

Con todo, la empresa que se le presentaba a Escipión no era sencilla. En Iberia había tres generales cartagineses, y cada uno de ellos contaba con un ejército similar en número al que tenía nuestro protagonista. Magón estaba en el sur, Asdrúbal en Lusitania y Asdrúbal Barca en la Carpetania, a unos diez días de marcha de Cartago Nova. Por tanto, al sur del Ebro los cartagineses controlaban toda la península. Se puede pensar que al estar los ejércitos púnicos separados, Escipión podía haberlos atacado por separado. Quizá otro militar hubiese actuado así, pero el joven general demostró desde el principio que estaba hecho de otra pasta. Porque su primer objetivo en Hispania era ambicioso y arriesgado: quería tomar Qart Hadasht.


Los motivos para tomar Cartago Nova



¿Por qué quería Escipión tomar Cartago Nova?

  • La situación de la ciudad aseguraba las comunicaciones entre la península ibérica y África. Por tanto, la toma de Qart Hadasht sería un duro golpe para Cartago.

Busto de Escipión el Africano.

  • Cartago Nova tenía las principales reservas de los ejércitos cartagineses en Hispania. También tenía prisioneros que aseguraban a los púnicos la lealtad de sus aliados.
  • Qart Hadasht no estaba bien defendida. Aunque tenía marismas, un istmo y estaba fortificada, la ciudad contaba con solo 1.000 guerreros para defenderla. A éstos se podían unir civiles con poca capacidad militar.

Una marcha de 300 kilómetros en siete días


Convencido de su plan, Escipión no perdió el tiempo. Ordenó a su amigo Cayo Lelio que viajara con la flota hacia Cartago Nova, mientras que el joven general marchó por tierra al mando de 25.000 infantes y 500 jinetes. Escipión sabía que todo debía hacerse con la máxima celeridad y eficacia posibles. Tenía que viajar y tomar Qart Hadasht antes de alguno de los ejércitos enemigos se enterase del ataque. Si los cartagineses llegaban a tiempo en auxilio de Cartago Nova, el plan de Escipión fracasaría. Y eso no podía suceder.

Por eso los romanos marcharon hacia Cartago Nova con especial rapidez. Solo tardaron siete días en llegar a las puertas de la ciudad, así que lo lógico es que pensar que la expedición partió desde la ciudad de Sagunto. Desde allí hasta Qart Hadasht la distancia era de unos 300 kilómetros, por lo que Escipión y sus hombres recorrieron unos 43 kilómetros al día. Teniendo en cuenta que cada uno de ellos llevaría unos 40 kilos a sus espaldas, no está nada mal.

Magón se equivoca


Escipión construyó el campamento romano al este de Cartago Nova y la reacción de Magón ante esto se demostró equivocada. El púnico solo contaba con 1.000 guerreros, así que eligió a 2.000 civiles y los ubicó fuera de la muralla del este, en la zona en la que habían acampado los romanos. En cuanto a sus 1.000 mejores hombres, Magón los utilizó para ayudar en las zonas con peligro de asalto. Pero, como decíamos, su respuesta ante el ataque romano fue un error.

¿Por qué? La razón es que los cartagineses deberían haber aguantado hasta que llegara en su ayuda alguno de los ejércitos que tenían en la península ibérica. Pero en lugar de eso, solo consiguieron desgastar sus fuerzas con rapidez. Si actuaron así seguramente fue porque no tenían confianza en aguantar el tiempo suficiente tras las murallas de la ciudad. Pero su falta de fe facilitó mucho las cosas a Escipión.

Cartago Nova.

El general romano se dedicó a desgastar a sus enemigos. Tenía más tropas y mejor preparadas que los 2.000 hombres que había sacado Magón, por lo que tenía la certeza de obtener la victoria en ese enfrentamiento que se produjo fuera de las murallas. Escipión no buscaba una victoria rápida. Para producir un mayor número de bajas entre los púnicos, el general romano prolongó el combate todo lo que pudo reforzando sus líneas pero sin aplastar a sus enemigos. Y consiguió lo que buscaba, pues al final los 2.000 ciudadanos armados de Magón rompieron filas y se retiraron a la desesperada hacia la ciudad. Cuando los púnicos llegaron a las puertas, se produjo una suerte de cuello de botella que provocó un alto número de bajas entre sus tropas.


La jugada maestra de Escipión


Aunque todo parecía marchar a pedir de boca para los romanos, todavía iban a sufrir un pequeño revés. Tras su primer éxito, Escipión ordenó poner escalas contra los muros de Cartago Nova en esa misma muralla del este, pero los púnicos se defendieron lanzando proyectiles y los romanos tuvieron que retirarse. Quizá esto hizo pensar a los defensores de la ciudad que todavía tenían alguna oportunidad, pero nada más lejos de la realidad. Porque el verdadero ataque romano se produjo por el norte de la ciudad, en la zona de las marismas.

Ésta era la jugada maestra de Escipión. El joven general había recibido informes de que esa zona pantanosa podía ser un terreno practicable cuando bajara el nivel del agua. Así que Escipión envió hacia allí a una unidad de 500 hombres que cruzaron la marisma. Los púnicos no esperaban el ataque romano por esa parte de la ciudad. Al fin y al cabo, los enfrentamientos hasta ese momento se habían producido por el este de la ciudad, por lo que toda la atención de Magón parecía estar en ese punto. Pero Escipión sorprendió a sus enemigos.

Asalto a las murallas de Cartago Nova (Ángel García Pinto).

El general romano ordenó atacar al mismo tiempo por el norte y por el este. Tal y como deseaban, los romanos encontraron la muralla del norte desprotegida porque los cartagineses estaban tratando de repeler el ataque por la puerta principal. De modo que tras escalar la muralla del norte y penetrar en la ciudad con facilidad, los 500 hombres de Escipión fueron a la entrada de Qart Hadasht y abrieron las puertas a sus compañeros.

Una vez dentro de la ciudad, la victoria romana estaba decidida. En un principio solo consiguieron refugiarse en la Acrópolis unos pocos defensores de Magón. Pero los romanos se emplearon con crueldad y sembraron el terror entre la población civil. Así que al final, tras estar seguro de que saldría con vida, Magón rindió la ciudad.

Una victoria total para Escipión


Entonces llegó el saqueo romano. Los hombres de Escipión consiguieron un inmenso botín en forma de oro y plata, pero también en trigo, cebada, naves de carga, armas, hierro, velas y esparto. Además, el joven general condecoró con la corona muralis a los primeros que escalaron las murallas de Qart Hadasht.

La victoria de Escipión era total. Antes de su llegada a Hispania la situación de la península era desesperada para los romanos, pero en muy poco tiempo Publio Cornelio Escipión había logrado hacerse con Cartago Nova. Eso implicaba que ahora Roma podía cortar los suministros a los ejércitos púnicos en Iberia, que tan solo podrían usar Gadir -o sea, Cádiz- para aprovisionarse. Y además Cartago también perdió una región minera cercana a Qart Hadasht, por lo que los púnicos se quedaban sin una de sus principales fuentes de financiación para la guerra.

La toma de Cartago Nova fue un punto de inflexión para Roma en la Segunda Guerra Púnica. Con ella Publio Cornelio Escipión había demostrado ser un general diferente, pero su leyenda solo había comenzado a forjarse.


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7 comentarios :

  1. Escipión el Africano o Publio Cornelio Escipión Africano (en latín, Publius Cornelius Scipio Africanus; Roma, 20 de junio de 236 a. C.-Liternum, Campania, 3 de diciembre de 183 a. C.)

    Hay una errata de fechas:
    Pero en el año 210 Publio Cornelio Escipión hijo dio un paso adelante.

    Faltaria añadir AC.

    Un saludo.

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  2. Hola Anónimo,

    Gracias por comentar ;-) Llevas razón. Como ya había especificado varias veces que era a. C. consideré que no era necesario repetirlo hasta la saciedad.

    Gracias y saludos!

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  3. la mejor trilogia que lei gracias a santiago posteguillo.

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    1. Hola Anónimo,

      Gracias por tu comentario. Está claro que el punto fuerte de Posteguillo son las batallas. ¿Has leído Le legión perdida? Te dejo aquí la reseña por si te interesa echarle un vistazo: http://www.romaniacos.com/2016/04/resena-de-la-legion-perdida-de-santiago.html

      Saludos! ;-)

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  4. No es ni a.c ni d.c
    Igual si es de uso entre sectas religiosas cristianas, aunque no podría ser en todas.
    Aec o fec "era común" rs la terminología adecuada cuando hablamos de historia y aún no hay prueba alguna de la historicidad deñ tal cristo.
    No ofendais ni la evidrncia ni a quienes no comulgamos con ruedas de molino.

    ResponderEliminar
  5. No es ni a.c ni d.c
    Igual si es de uso entre sectas religiosas cristianas, aunque no podría ser en todas.
    Aec o fec "era común" rs la terminología adecuada cuando hablamos de historia y aún no hay prueba alguna de la historicidad deñ tal cristo.
    No ofendais ni la evidrncia ni a quienes no comulgamos con ruedas de molino.

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    1. Gracias por comentar, Javier Cabo. En este blog se respetan todas las opciones ;-)

      Saludos!

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