¿Nerón quemó Roma?



Siempre se ha creído que el emperador Nerón quemó Roma a propósito. Pero la verdad es que hay motivos para, al menos, poner en tela de juicio esta teoría.

En realidad Nerón ni si quiera se encontraba en Roma cuando tuvo lugar el famoso incendio en el año 64 d. C. El emperador estaba en Anzio, una localidad ubicada en la costa de la región del Lazio, a unos 53 km al sur de Roma. ¿Por qué se dice entonces que Nerón incendió Roma?


No se sabe quién quemó Roma


Los historiadores actuales señalan que la fuente clásica más fiable es Tácito. Y ya el historiador nos cuenta en su obra Anales que 'no se sabe si el incendio fue por desgracia o por maldad del príncipe, porque los autores lo cuentan de entrambas maneras'. Es decir, que, según Tácito, no hay certezas.

Eso sí, otras fuentes clásicas posteriores, como Suetonio -más sensacionalista- o Dión Casio, señalan que Nerón cantó 'El saqueo de Troya' mientras Roma ardía. Y para echar más leña al fuego, ahí tenemos la película Quo Vadis, en la que Nerón (Peter Ustinov) se pone a cantar extasiado ante la incomparable belleza de su creación. ¿Entonces en qué quedamos?

Cartel de la película Quo Vadis de 1951.

Nerón no quemó Roma porque...


Existen suficientes razones para creer que Nerón no fue el responsable del incendio de Roma:

  • Si bien es un hecho que el incendio se produjo -esto es incuestionable-, lo cierto es que no se trataba de algo inusual. Roma era una ciudad de madera, con edificios de este material y calles angostas y sinuosas. Por eso no resulta descabellado pensar que el incendio pudo producirse de manera fortuita. No era la primera vez que sucedía.
  • Nerón no estaba en Roma y volvió cuando se enteró del desastre. Empeñado en que el pueblo le amara, tomó medidas para socorrer a los afectados y los gastos corrieron de su propio bolsillo. Fabricó casas para acoger a las víctimas del fuego y bajó el precio del trigo.
  • La postura de otros escritores de la época ante el incendio también invita a pensar que éste se produjo de manera fortuita. Plinio el Viejo sí hizo referencia al desastre pero de manera superficial. Y otros escritores que también vivían cuando Roma ardió ni si quiera mencionaron el incendio cuando hablaron del gobierno de Nerón. 

"Hizo abrir el campo Marcio, las memorias de Agripa, y sus propios huertos, y fabricar de presto en ellos muchas casas donde se recogiese la pobre muchedumbre. Trajéronse de Ostia y de las tierras cercanas muebles y alhajas de casa, y bajó el precio el trigo hasta tres nummos."
Tácito, Anales XXXIX. 

Ruinas de la Domus Aurea.

Las consecuencias del incendio


Sea como fuere, en Roma se extendió el rumor de que el responsable del incendio había sido Nerón. Para disipar las sospechas, el emperador decidió culpar a una secta judeocristiana que comenzaba a cobrar relevancia: los cristianos. Se llevó a cabo entonces una persecución sobre estos que, en cualquier caso, parece que se produjo tan solo en la capital del imperio.

Lo que se sabe con seguridad es que el incendio se produjo. En primera instancia duró seis días pero, cuando parecía haber remitido, el fuego se volvió a propagar. De las catorce regiones en las que se dividía Roma, solo cuatro se matuvieron sin daños. Otras tres quedaron asoladas del todo, y en las otras siete aguantaron en pie muy pocas casas, que además sufrieron importantes desperfectos.

Nerón aprovechó entonces para erigir su gran palacio, la Domus Aurea. Pero también para poner en marcha una importante reconstrucción de la ciudad. Las calles se ensancharon, se limitó la altura de los edificios y se añadieron galerías y soportales. En general, el emperador de Roma llevó a cabo una serie de medidas que buscaban no solo evitar futuros incendios, sino además embellecer la Ciudad Eterna.

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