Naumaquias en la Antigua Roma



Las naumaquias eran simulacros de batallas navales. La Antigua Roma ha dejado en nuestro imaginario colectivo el recuerdo de espectáculos como las luchas de gladiadores o las carreras de cuadrigas del circo. Todos las hemos visto en el cine, en películas como Ben-Hur, Espartaco o Gladiator. Pero las naumaquias, aunque son menos conocidas, eran más espectaculares y sangrientas que estos célebres espectáculos.

¿Os imagináis contemplar un simulacro de la batalla de Salamina entre los griegos y los persas? ¿O estar en las gradas de un anfiteatro lleno de agua mientras unas naves hacen la guerra hasta la muerte? Resultaría espectacular, ¿verdad? Pues en la Antigua Roma lo pudieron disfrutar. Pero llegados a este punto surgen unas cuantas dudas sobre las naumaquias. Por eso en este artículo vamos a explicar en qué consistían, dónde se celebraban y cuántas se cree que hubo. Vamos a ello.

Test: ¿Cuánto sabes sobre la Antigua Roma?



Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano



Cuatro emperadores romanos en un año: Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano. Sucedió el 69 d. C. tras la muerte del emperador Nerón. Después del turbulento siglo I a. C. que enterró la República, Octavio Augusto había inaugurado el Imperio dotándolo de estabilidad. El princeps había gobernado durante cuatro décadas, y después le habían sucedido Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón.

Pero los catorce años de gobierno de Nerón pusieron fin a la dinastía Julio-Claudia. Y por primera vez en la historia del Imperio, un gobernador provincial se rebelaba abiertamente contra el princeps. El nombre del rebelde era Cayo Julio Vindex, quien había pedido ayuda a Servio Sulpicio Galba, gobernador de la Hispania Citerior. En aquel momento nadie podía imaginar que aquella rebelión llevaría al Imperio Romano a tener hasta cuatro emperadores en un año.

Teutoburgo, Arminio contra Roma



La batalla del bosque de Teutoburgo fue uno de los mayores desastres militares de la historia de Roma. Dominada la península ibérica tras las guerras cántabras, la ciudad eterna puso sus ojos en el norte de Europa. La República Romana se había extendido anexionándose territorios como la Galia o Egipto. Ahora Octavio Augusto, el primer emperador de Roma, probaba suerte más allá del Rin.

Parecía claro que Roma terminaría invadiendo Germania. Nadie albergaba dudas sobre la potencia militar de las legiones, por lo que la suerte de las tribus germanas parecía estar echada. Pero para sorpresa de todos Teutoburgo se convirtió en un infierno para Roma. Arminio, el líder de la tribu germana de los queruscos, conocía bien a sus enemigos. Tan bien, de hecho, que los destrozó en una emboscada.

Cuando la legión romana venció a la falange macedonia



Eran dos maquinarias bélicas formidables. La legión romana había sometido a toda la península itálica y había terminado venciendo a Cartago en la Segunda Guerra Púnica. Pero la falange macedonia no se quedaba atrás: era la heredera del gran Alejandro, quien había conquistado lo inimaginable en tiempo récord. Eran dos sistemas, dos maneras eficaces de hacer la guerra. Y como si buscaran decidir cuál era mejor, se enfrentaron.

La batalla de Pidna dictó sentencia en el año 168 a. C. Este combate puso fin a la Tercera Guerra Macedónica que enfrentó a Roma contra Macedonia. Aunque no era la primera vez que se enfrentaban estas dos maquinarias bélicas, sí fue la decisiva. Venció Roma. La lucha cuerpo a cuerpo de la legión pudo con las distancias largas de la sarissa. La versatilidad romana se impuso a la rigidez de la falange. Pero, ¿qué sucedió exactamente en la batalla de Pidna? ¿Por qué ganó Roma?

Boudica, la reina de los icenos



La humillaron, la maltrataron, violaron a sus hijas. Y decidió vengarse. Boudica, la reina de los icenos, encabezó una rebelión britana contra Roma en el año 60 d. C. Los romanos no podían imaginar que una mujer lograría reunir semejante fuerza en su contra. Pero lo cierto es que Boudica fue capaz de constituir una auténtica amenaza para el poder invasor de Roma.

Nuestra protagonista es hoy un mito, una leyenda. La heroína icena es uno de los más famosos enemigos que tuvo la Ciudad Eterna, y su nombre figura junto a los de Aníbal, Viriato, Espartaco y Arminio. Pero, ¿cuál es la historia de Boudica?